Caracas, 25 de septiembre

Caracas, 25 de septiembre


Aunque estuve a través

del valle de las sombras,

no temeré al demonio,

porque estas conmigo.

Salmo 23.


Todos desean la libertad con la que vivo, pero pocos se atreven a pagar el precio, a tomar el riesgo. Luchan contra algo que, en el fondo, ansían. Quisiera volverme loca y percibir el mundo de otra manera. Ayer lo intenté un poquito, y casi lo logro. Soy guarda y custodia de mi subconsciente. Me dejo fluir, buscando mis razones, con los mismos ojos vueltos hacia dentro, solo encuentro picos. Avanzo en un camino y me detengo en otro. Un problema de lindero que debo resolver. Pintura, pensamiento inanimado, conjunto de pinturas, ideas libres, relaciones, pretexto para el juego de componer. En que momento dejo de ser, cuando me vuelvo a reunir. Por qué me diluyo. Comprender no es fácil, mirar, diagramar, reflexionar. Las contradicciones me albergan. Limpiaré mi corazón, lavaré mi alma… solo si me sigues… solo si me amas. Tus formas, son las formas que quiero, tus manos, las que me gustan, somos mamíferos. Espíritus carnales. La fiebre calcina mi alma. Gané un lugar aquí dentro. Los cachorros son parásitos que se chupan la vida de mi perra. Entonces. La vida se me hace parasitaria. He decidido aguzar mis sentidos, prestar más atención al lenguaje de los perros, de los árboles. Es preciso librarme de todo lo que no es mío. Hay alguien dentro de mí, que se agita y grita, retumbando en mi interior. Me invade y ya no soy. Debo calmar mi alma. Ayer lo intenté con 6 pastillas, pero solo una me calmó. No soy distinta, soy disfuncional. Pero no temo. Soy la reina del color. Y toda la noche sonó la música para mí, ya no recuerdo si era rocola o si la escribiste. Espejo retrovisor, efecto de la nada. Sombra que asusta. Bolígrafo nuevo. Nombre en mi memoria. Magnífico abrevadero. Aluciné.

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