Lapidis ut somnus (ritual para un encuentro)


Como le explico a mi mundo que un nuevo escenario se me presenta, que mi interior se vuelve líquido y que se deja marear por la luna.

Como se traslada lo mejor de un mundo a otro.
No son las horas, ni los dibujos, ni los colores, son las palabras.
Exaltación.

¿Cómo te suena que estas a mi lado…?
¿Cómo se siente cuando te pienso?
¿Cómo te digo que soy solo sueño?

Si, son los pensamientos compartidos
Las coincidencias

Yo podría quedarme
Tomar tu mano y asentir

Suspiria (guión para un sueño)


(Luz de luna, calle fría, atmósfera que aplasta)

-He notado que tu no eres tú, que eres solo una sensación que intento mantener viva.
-Dos veces en dos días. Dos veces en dos días.
-Mi piel guarda la memoria de tu piel, cuando me tocas, se activa.
-¿Te operaste las tetas?

(Corte a luz roja, luego verde. Luz negra)


-Ese cambio en mi cara, descontrol, a quien buscabas?
-Ya está cerrado ese expediente
-Tanta gente y yo sin ropa, esas imágenes. La sangre... la sangre.
-Pensaré en abrir otro.


(Luz de día, luz de mañana. Calle transitada)
-Dos veces en dos días. Dos veces en dos días.
-Ese andar de galope, ese andar...
-Muerdo mi helado, deja morder el tuyo.
-Mejor lo abro de nuevo, para que cunda el aire.
-Me derrumbo
(corte a negro. temblor profundo, temblor que despierta)

Sube y baja


Arriba
luz que alumbra
Abajo
cabeza de escarabajos
Arriba
nada es claro
Abajo
bostezos y escondites
Arriba
no logro hacerme la idea
Abajolas palabras se alojan
Arriba zumbido de avión
Abajobeso de gato
Arriba
sueños que son tuyos
Abajo
dosis de cianuro
Arriba
ganado vacuno
Abajo
tierra mojada, pasto pisado
Arribas
iempre arriba

Letanías


Nuestro exceso de sensibilidad,

nuestra piel toda poros,

es lo mejor y lo peor que nos ha

tocado en suerte, porque a causa

de ella vivimos a merced

de la atmósfera.

Gabriela Mistral.


Llegó y se apropió. Me violó. Me hirió. De pronto me encuentro prendida, atrapada. Esperando. Un segundo que cambie el mundo. No quiero cerrar esta herida abierta, quiero que me perfore otra. Y otra. Y otra. No encuentro placer alguno en la espera. En la distancia, percibida apenas por la razón, una nueva luz distingo, es preciso seguirla ahora. Cuanto sueño en mi querer. Luz que se interna en un cuerpo y que no lo deja jamás. Mágica conexión, entre un pedazo de tierra que reposa y otra que despierta. Fraguando el mundo, que lo fragua y a mí. Se encuentra lo que se busca, se oye, se siente. Cresta, vértigo. Se mete en mi vida a transgredirla. Y somos luz entre tinieblas. Si le gusta tanto, dígalo. Chapucee las palabras. Vértigo, vértigo, vértigo. Si me gusta, se lo digo. Y la esfera del orden que ocupe su lugar. Construiré mi mundo en fieltro rojo, que es tan insolente, y junto al jardín de pinos secos sentarme a esperar. Usted cruzará el portal. No se detenga. A veces sueño con sus letras, están en arial y son azules, sobre un fondo de luz que enceguece. Y quizás no somos sueño, ni distancia, ni amor, ni nada. Mujer de cristo, ruega por nosotros; mayonesa sin sal, ruega por nosotros; uñas pintadas de vino, ruega por nosotros; nubes que escupen agua, ruega por nosotros; arepa con queso rayado, ruega por nosotros; santo niño de atoche, ruega por nosotros; caramelo de mango, ruega por nosotros; perrito con sarna en la calle, ruega por nosotros; santa tecla de internet, ruega por nosotros.

Road Movie (bitácora de viaje)

Inspirado en José Urriola


Buscando, siempre buscando. La vista de siempre, el camino de siempre.


(ahora es mi turno, mostrar la cruz)


Un lugar nuevo, dentro de uno ya conocido, explorando los tugurios, conociendo las paredes, mirando los carros, oliendo a la gente.


(viaje al interior y de mí misma, el auto se detuvo)


Penachos de plumas en el cielo, señor eso no es problema suyo.


Este lugar es viejo y es nuevo, solo vine a dejar un trozo de mí, consignado. Llegué a entregarlo con amor.


(No me dejaron verlo, no supe si estaba, esa pared blanca y un número)


La inspiración no llega, hay que cazarla, hostigarla y domarla. La inspiración tiene que doler


(el carro anda, dos triángulos de casa)


Enciendo un cigarrillo para quemar el tiempo. Satisfecha por la sangre

Umbra




¿Qué si estuve?
Si… muchas veces.
Lejos de aquí.
¿Qué si recuerdo?
No… no siempre.
He pasado de estar en una burbuja
a estar en ninguna parte.
¿Quieres sentarte a mi lado?
Si… tu siempre estas.
Y el resultado es confuso.
No como siempre…
como nunca.
Una sola mirada…
un encuentro.
¿Que nos hicimos?
El mundo se descorre…
y se me presenta.
¿A dónde nos fuimos?
Oblicuo… danzante.
Es solo que volvieron
los fantasmas y las sombras.
Los lugares y los momentos.
¿Qué dijiste… que no recuerdo?
Hablaba del perro de la esquina…
el que nadie ve.
¿Por qué en este momento?
Oscuro telón de fondo.

Cruz de Palmas (bitácora de viaje)




- ¿conoces la Cruz de Palmas?
-¡Claro… siempre la veo cuando viajo!

(Subí la montaña, remontando las nubes, subí siendo una, y bajé siendo otra)

- Este castillo tiene, al menos 200 años… ¿habías venido?
- Claro… alguna vez fui el rey de este castillo…

(La altura haciendo estragos en mí… la brisa bañando mi cara)

- Rey o reina?
- Rey… o… ¿es que no notas la fuerza que albergo?

(Con tantas caras que me invento, es difícil predecir la siguiente, la actual, la verdadera)

- Pero, ¿en esta vida, en este mundo, habías estado aquí?
- Claro… he estado aquí… en otro estado… en otro tiempo
- ¿en éste tiempo?
- si… pero hace tiempo

(Asumirse no es asumirse, es tomar el riesgo)

- ¿Te asustan las alturas?
- Me asustan

(Asumirse es mirarse)

- ¿Te asusta la velocidad?
- No… echo de menos la velocidad

(Mirar las caras que me habitan y que pueblan mis miradas)

- ¿Puedo ir mas a prisa?
- Si… de todos modos no sé medir el tiempo

(Distintas percepciones)

- ya te encontré
- si… yo también me encontré

...


Hipotenusa elevada al cuadrado
Escarcha plata que me rodea
No sé
No debo
No digo
Punto intermedio que no alcanzo
Que no se acostumbra
A una presencia que desgarra

Sincro


Tenemos que hablar… (que cosa será que me quiere decir) … tenemos que hablar mucho-mucho. Ay! me siento fuera de sincro… lejos del un lugar… (¿que lugar?) ... no importa, cualquiera…siento que no estoy o soy invisible. Soy la antítesis del Rey Midas… (quien es el rey midas?) … no importa … hay mil ojos observándome… mil ojos puestos sobre mí… y yo solo necesito una mirada que me coloque en mi lugar… (que mirada? Que lugar?) … pero nada… (si quieres te miro) … algo debe estar mal conmigo… (contigo… o conmigo?) … con las dos… pero hablando se entiende la gente … (entonces hablemos, hablemos mucho, mucho-mucho) … pero no sé que decir… (calla, yo hablaré) … estaré dañando todo sin darme cuenta? … (no) … ( que crees que dañas?) … todo … (eso no está bien) … estoy fuera de sincro… (ya lo decidiste?) no es una decisión… que fácil sería … es un hecho … (jajajaja) … o es que las personas entran en tu vida, la pisotean y se van… (quien te pisoteó? quien se marchó?) … nadie… no es nada… solo quiero gritar mi alma… pero no encuentro las palabras … (si quieres te presto las mías) … no me sirven… estoy fuera de sincro… ya no quiero estar… (estar en donde?) … aquí… ( donde quieres estar?) … no quiero estar… ya lo dije… no soy yo … no entiendo nada ... ( que es lo que no entiendes? Te lo explico) … tampoco entenderías… cada cabeza es un mundo… mundos que no comprendo… estoy fuera de sincro… ( que se siente estar fuera de sincro?) … que no hay espacio… ni tiempo… ni lugar para mí…

Agnosia


Mientras más débil el cuerpo,

mas exige.Mientras más fuerte,

mas obedece.

J. J. Rousseau.



Más que conquistar

en mil batallas, vale

mas conquistarse uno

mismo.

Buda.



Paso tanto tiempo flotando en la nada, que me olvido que tengo cuerpo, mis amigos me admiran, no se explican como nunca me duele el estómago con tantos dulces que como, yo les digo, que quizás si me duele, solo que no lo siento, es que interpuse una barrera entre mi cuerpo y yo. Solo soy capaz de sentir el sueño, y eso después de varios días de insomne labor. A mi me preocupa. Desearía sentir el hambre, el escozor, el amor. Por eso he resuelto hacer algo al respecto. Comencé hace tres semanas a ejercitar mi cuerpo, y descubrí cosas asombrosas. La primera de ellas es la ley de la gravedad. Al subir la montaña, siento su sorprendente poder, que me empuja hacia abajo y trata de detenerme en mi empeño por llegar a la cima. Siento su fuerza en todo mi cuerpo, en mi cara, en mi abdomen, pero sobre todo en mis piernas. Comienzo a admirar otra vitalidad, la de la montaña, que lucha día a día por mantenerse en pie. Mi mente también lucha, contra mi cuerpo, que quiere rendirse y dejar la cuesta. Esta pugna ha dado sus frutos, pues la fuerza he logrado fijarla en mí. Mi cuerpo ahora es otro. Más fuerte. Más sentido. Mi corazón también es otro. El cambio mas favorable es el de mi columna, ahora es derecha. Y esto me otorga una posición altiva que no esperaba. Al fortalecer los músculos de mi espalda encontré mi soporte. Y esto me hará cambiar por dentro. En algún libro leí que al activar algún músculo se acciona la parte del cerebro que lo controla. Descubrí otra cosa importante. Establecerte en conexión con tu cuerpo te hace sentir mas vivo, ser parte de algo. Optimista. Y los sentir músculos. Se percibe la raíz del movimiento, conectándome con el ambiente. Los músculos que más disfruto son los de los hombros. Estos me fijan a la tierra, pero también me elevan. No soy aerodinámica. La gravedad me clava en el mundo. Y son los hombros quienes sienten toda esta fuerza. Al tiempo que no se dejan vencer, también me impulsan, me alzan. Abre los platos de mi espalda. Y lo más agradable es, al llegar abajo, la fuerza que se siente para continuar el día. El poder que se sitúa en el estómago, y me hace caminar con aplomo.

Antropoexótica


No morirá la flor de la palabra, podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la †ierra, ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder. Nosotros nacimos de la noche; en ella vivimos; moriremos en ella. Pero la luz, será mañana para los más: para todos aquellos que hoy lloran la noche; para quienes se niega el día; para quien es regalo la muerte; para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz, para todos todo. Para nosotros la alegre rebeldía. Para nosotros nada.El Subcomandante Marcos.




Y parece que fue ayer, y que han pasado mil años. Me parece que fui a Marte, y no encontré ningún marciano. He andado mil caminos. Pero no fui. Quizás cuando nos perdimos, decidimos encontrarnos, o tal vez no fue así. Parece que me estoy volviendo perra, y los días se me hacen meses y los meses se me hacen años. Y las feromonas. Vivo trastornada. Marco los días que vivo, para no ausentarme del todo, estableciéndome en conexión con los días de los mortales, a veces apurados, sin brillo. Y parece mentira, que al encontrarte me hallé, al querer pulirte, brillé. Me activo para sentir, y lo hago. Ya lo hago. A veces me río, porque parece que también soy loca, ocurren cosas en mí demasiado intensas como para no reír. Soltar la carcajada. Hacerla retumbar en mí. Expulsando cualquier mal pensamiento, alguna desagradable sensación. También es bueno respirar. En ciertos momentos no sé quien soy, y me duele la pierna, y no sé si seré esto. La verdad es que no encuentro un espacio para mí, y las pocas certezas que he reunido se han ido diluyendo, y ya no estoy tan segura que esta sea mi pierna. He tentado al diablo. Estoy descarriada, descuadrada y todo. Me gustaría solo pensar, ser un ente informe que solo pensara, placenteramente, entregándose a los lúdicos laberintos de la mente, y no haría falta escribir, y no lo haría. Pero soy esta que escribe, y apunta, y anota y dibuja. Y vuelvo a entrar en espíritu. Alterando mí ser. Me clavaste tu puñal de fuego para verme morir. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay! Dios. Te derramaste

Carta


Ocseneba en trance
Impermeable intervenido
"Pelada, peluda, pelempempuda"
Salón Aragua, 2002


No escribo desde la tristeza, sino desde la ausencia. Sabes yo siempre he sido muy infantil, en mis maneras, en mis gustos, en mis berrinches. Eso siempre me gustó, y lo cultivé, hasta hacer de eso, algo simbólico en mi vida. En mi defensa de tesis de grado, pensé que al estar tan nerviosa, no iba a poder hablar, así que me disfracé, me puse unos moñitos, y un impermeable transparente (debajo no tenia ropa) que yo intervine con objetos encapsulados dentro de unas bolsitas de plástico transparente, adheridas al impermeable (te mando la foto), y unas sandalias blancas con unas flores plásticas coloridas en la punta. Así era. Pero algo me sacó de ese estado de alegría suprema. Ya no puedo, aunque lo intento. A veces siento un calor que sale de mi cabeza, y creo que se me escapa el alma. Y todos se burlan. Ese algo que me quitaron, era la certeza del amor. Y desperté en la realidad de un mundo. Nunca me sentí muy atraída por las cosas externas a mí. Pero me mantenía en el mundo, en este mundo. Siempre me sentí más cómoda en la tierra de la fantasía. Pero me abrieron los ojos. Y al tratar de entenderme así, me encontré más lejana. Y quisiera volver a sentir la emoción. Eso es todo, soy espectadora. Trato de participar, pero la única manera que conozco es por medio del arte. Al leer las respuestas a las preguntas que te envié, me noté un poco infantil, y hasta me dieron pena mis requerimientos. Pero una cosa si, tenia curiosidad.

Invernadero


Nadie garantiza que tengan

la misma duración todos los

segundosque vivimos,

Luís Brito García.



10 y 15, casi cinco para las diez y veinte, y me he quedado muda. Soy un mundo, tan transparente, para la luz visible, que la luz solar llega casi sin obstáculos hasta mi interior, y refleja rayos infrarrojos, que son absorbidos por mi atmósfera, calentándome, convirtiéndome en un hervidero, ocasionando un efecto invernadero dentro de mí, y ciertos días, hay calores que se escapan, y siento mucho frío, temo que se instale en mi una era glacial, otros días me nublo, la atmósfera se hace densa y nada escapa, y me empaño, sudo por dentro, pero no lloro. Nada parece detener la radiación. Caminando sola por la ciudad las horas se me vuelan, y gasto cuatro horas en comprar lentejuelas. Cuando por las noches comienzo a divagar por los confines de mi mente, marcando territorios, conquistándolos, pienso en mis freses para estos casos (todos deberían tener sus frases para estos casos), la mía: “se me despertó la tripa hotelera”. A cualquiera esto le sonaría así como un viaje, con hospedaje, muy lejos, yo, en cambio, le doy un significado mas profundo, y sutil, y es que todos esos mundillos que apenas advierto que soy, viajes por mi interior. En todo caso los símbolos emergerán, del subconsciente, del inconsciente y del consciente. ¿Es que acaso soy tres? Estos símbolos no serán revelados a todos, y yo estoy atenta, porque cada vez me importa menos los puntos de vista de las personas, más bien quiero alterarlos. Solo tengo que cerrar los ojos para estar donde quiero, cuando los cierro pierdo hasta el equilibrio, pero lo prefiero, porque pierdo la noción de la realidad. Bailar con los ojos cerrados es casi suicida, pero igual lo prefiero. Todas las cosas tienen su lado perverso, yo no soy una cosa pero también tengo mi lado perverso, que me hace ver todo diferente. Son las diez y veinte, y me he quedado muda.

Caracas, 25 de septiembre


Aunque estuve a través

del valle de las sombras,

no temeré al demonio,

porque estas conmigo.

Salmo 23.


Todos desean la libertad con la que vivo, pero pocos se atreven a pagar el precio, a tomar el riesgo. Luchan contra algo que, en el fondo, ansían. Quisiera volverme loca y percibir el mundo de otra manera. Ayer lo intenté un poquito, y casi lo logro. Soy guarda y custodia de mi subconsciente. Me dejo fluir, buscando mis razones, con los mismos ojos vueltos hacia dentro, solo encuentro picos. Avanzo en un camino y me detengo en otro. Un problema de lindero que debo resolver. Pintura, pensamiento inanimado, conjunto de pinturas, ideas libres, relaciones, pretexto para el juego de componer. En que momento dejo de ser, cuando me vuelvo a reunir. Por qué me diluyo. Comprender no es fácil, mirar, diagramar, reflexionar. Las contradicciones me albergan. Limpiaré mi corazón, lavaré mi alma… solo si me sigues… solo si me amas. Tus formas, son las formas que quiero, tus manos, las que me gustan, somos mamíferos. Espíritus carnales. La fiebre calcina mi alma. Gané un lugar aquí dentro. Los cachorros son parásitos que se chupan la vida de mi perra. Entonces. La vida se me hace parasitaria. He decidido aguzar mis sentidos, prestar más atención al lenguaje de los perros, de los árboles. Es preciso librarme de todo lo que no es mío. Hay alguien dentro de mí, que se agita y grita, retumbando en mi interior. Me invade y ya no soy. Debo calmar mi alma. Ayer lo intenté con 6 pastillas, pero solo una me calmó. No soy distinta, soy disfuncional. Pero no temo. Soy la reina del color. Y toda la noche sonó la música para mí, ya no recuerdo si era rocola o si la escribiste. Espejo retrovisor, efecto de la nada. Sombra que asusta. Bolígrafo nuevo. Nombre en mi memoria. Magnífico abrevadero. Aluciné.

Planetaria


Cuando ya no seamos el amor,

me portaré como la muerte.

Ramón Palomares.




Yo era una niña normal que, de tanto pasear en mi mundo, distraída, oculta tras los signos de mi interior, el tiempo pasó por mi lado y no me notó. Así fui creciendo, solo por dentro, mi cuerpo no detectó el tiempo. Y me descubrí mujer en un cuerpo de niña. Mis compañeros me rechazaron, se burlaron, a pesar de haber crecido conmigo, no podían entender que una mujer se trepara a los árboles, persiguiera arañas y cazara mariposas. Él era un niño, pero un niño de verdad, no una caricatura de niña, como yo. Su piel brillaba tanto, seguro porque creció cerca del mar y las luces del océano se incrustaron para siempre en su piel y sus ojos se tragaron todos los colores del mar. Y comenzamos a andar juntos. Jugando con las lagartijas, mojándonos bajo la lluvia. El me contaba historias de naufragios y yo le hablaba del poder de las estrellas. Nuestras familias no vieron muy bien nuestra unión. Como era posible que un niño estuviese jugando con una mujer, por muy cuerpo de niña que tenga, y que una mujer corriera dando brincos por los techos de las casas con un niño, por muy bellos que tenga los ojos. Así que decidimos ocultarnos. Buscando refugios, cómplices de nuestras aventuras. Sólo compartimos lo que comparten dos niños. Él me enseñó a volar cometas y a comer barquillas desde abajo, juntos alcanzamos las copas de los árboles y los nidos de las aves. Jugamos a la ere y fusilados y cabriolas en el río. Montamos las nubes y nos divertimos con las estrellas. Pero la realidad del mundo nos sobrepasó. Y descubrieron nuestros artilugios. Enfermé. La luna hacía estragos en mí. A veces no dormía, a veces no despertaba. Llevaron hasta mí médicos y curanderos, boticarios y chamanes. Nadie sabía lo que me ocurría. Me llevaron hasta el río, me subieron a las azoteas. Nada parecía remediar mi situación. Hasta que un buen día desperté, ya había sudado toda la fiebre de la distancia, había calcinado en mí todo vestigio de la niñez suspendida. Desperté y desperté mujer.

Perturbia


Esa necesidad de olvidar
su yo en la carne extraña,
es lo que el hombre
llama noblemente
necesidad de amar.
Charles Baudelaire


Cuando te encontré, era una niña, y no te vi a ti, sino un engendro tuyo. Entonces, no pensé. Solo me adentré en tu mundo, ajeno. Me dejé llevar por las imágenes que me ofrecías, relacionándome con unas, reconociendo otras, cuestionando tantas. Me confundí, te creí otro. Me mofé, te creí inhumano. Me rebelé, te creí Dios. Pero la imagen que nos hiere, crea lazos más fuertes. Me identifiqué. Me reconocí parte de tu mundo. Continué buscando los trozos. Descubrí que seguimos a los mismos dioses, que tenemos los mismos padres. Y permaneciste mostrando el camino. Así que te seguí. Visitaba el templo a postrarme frente a tu altar. Retándote a ti, a tu imagen, y a tu engendro. Me rebelé y estaba cautiva. Osaste invadir mi ambiente, y pude tenerte cerca, no tanto, nunca oí tu voz. Aproveché para estudiarte, tus actos, tus movimientos. Quizá era yo quien te invadía. Yo no sé porqué te veía tanto. Que cosas buscaba en ti. Comencé a hablar de cómo me influían tus imágenes. De cómo la manera en la que expresas el humor se internó en mí. No parecían ser señales. Intenté aproximarme, no lo logré. Pero en ese afán de perseguir un mundo, de coleccionar retazos, me acerqué a ti, sin yo querer. Y me encontraste. Supusiste el encuentro, y no hablaste. Esperaste que mi corazón se calmara. Para agitarlo otra vez. Te presentaste, luchador. Prometiste no tocarme, y un escalofrío me recorrió, temí que fuese cierto. Pero la verdad tocaste mucho más que mi piel. Y besaste mucho más que mis labios. Liebre de Marzo. Píntame de besos.

Squizo


El crear es para el autor,

un medio para liberarse

de algo, de olvidar, de dar

sepultura al escoger.

Henry Miller




Soy arena comprimida, y bailo. Pienso en las consecuencias, buscadas, presentidas, encontradas. El producto se deshace bajo el efecto de la ciencia. Descargando un miedo que se contagia, y que no me suelta. Pero aquí estoy, mostrando mis poderes solares, lunares y estelares. Me asustan mis pensamientos. Me nublo, no escucho. Todas las cosas que aun no soy, la persona que nunca seré. Tengo un problema de identidad. No basta un corazón ardiendo. Maraña, ombligo del mundo, tejido estructural, crucigrama por resolver. No soy nada, trataré siempre de ser nada. No quiero ser parte de un mundo que no me alberga. Mundo artificial. Creo que si no volara de vez en cuando, tendría que morir, no me soportaría con los pies tan juntos a la tierra. No me culpo por pensar así, sé que no son sueños. A veces siento cosquillas, calambres o comezón en puntos específicos de mi espalda, como si mis alas buscaran la manera de salir, quizás sea un esfuerzo inútil. Tampoco me culpo por eso. Es el diablo, que se ha instalado en mi vida, debo alejarlo, o morir. Pero no sé morir, aún. Desde tu cumpleaños no siento mi dedo anular. Tengo pensamientos asombrosos de cómo acabar con todo. He repartido vástagos del Rey Cocuiza por la montaña. Busco respuestas… y descubro en la tele que el guaire ahora es de todos, menos mal, las pobrecitas ratas muertas. Tengo una conexión con los animales. Yo sé que ellos me hablan. Soy tres, diariamente, convivimos tres. Me encantaría mudarme de planeta.

Parasitaria


Ojala me aceptasen

Tal como soy

Van Gogh.



Ámame, Piénsame. Extráñame. Pícame. Sorpréndeme. Llámame. Llórame. Búscame. Encuéntrame. Solicítame. Rastréame. Bésame. Refléjame. Presúmeme. Confórtame. Créeme. Reclámame. Entrégate. Indúceme. Perdóname. Escríbeme. Poséeme. Muéstrate. Trázame. Tómame. Gústame. Trabájame. Pruébame. Puéblame. Atrápame. Entírrame. Chúpame. Húrgame. Exprésame. Persígueme. Abrázame. Enchúfame. Añórame. Muérdeme. Diviérteme. Ásame. Aíslame. Analízame. Descúbreme. Cortéjame. Enciéndeme. Rétame. Represéntame. Deséame. Endúlzame. Provócame. Nómbrame. Enamórame. Habítame. Habilítame. Fíchame. Consiénteme. Recuérdame. Visítame. Intúyeme. Prepárame. Ansíame. Mídeme. Pálpame. Guíame. Discúlpame. Nótame. Embriágame. Huéleme. Suéldame. Avívame. Requiéreme. Imagíname. Confórmame. Rásgame. Cíframe. Fírmame. Apúntame. Máname. Extiéndeme. Sospéchame. Píntame. Róndame. Sedúceme. Arrúllame. Quiéreme. Suspírame. Obsérvame. Apasióname. Anídame. Repásame. Asúmeme. Filosófame. Tortúrame. Restáurame. Enfócame. Háblame. Acaríciame. Regístrame. Proyéctame. Fráguame. Úrdeme. Medítame. Repárame. Albérgame. Apabúllame. Profundízame. Distráeme. Hechízame. Sáname. Chócame. Evócame. Convócame. Apódame. Exígeme. Invítame. Apélame. Atráeme. Púlsame. Duéleme. Siénteme. Preténdeme. Ilusióname. Cáptame. Chorréame. Conténtame. Seréname. Irrádiame. Emíteme. Mímame. Hállame. Toréame. Percíbeme. Aciértame. Sígueme. Idéame. Tócame. Invéntame. Indágame. Explórame. Mórame. Incítame. Estréchame. Entrame. Engéndrame. Pacifícame. Apetéceme. Péname. Acorrálame. Alcánzame. Importúname. Ojéame. Dedúceme. Adhiéreme. Invéntame. Remédiame. Avístame. Fíjame. Expíame. Cautívame. Cátame. Patentízame. Cállame. Estimúlame. Concíbeme. Abrígame. Óyeme. Aféctame. Experiméntame. Sopórtame. Pronostícame. Altérame. Cáusame. Insinúame. Asédiame. Apúrame. Apriétame. Maréame. Excítame. Compruébame.

Disfagia



Toda mi vida deseé que se admirase


mi resistencia al hambre…


pues es obligado para mí ayunar;


no puedo evitarlo… hablar y sobre


todo escribir, es ayunar…


Franz Kafka




Después de tantos años, he recobrado la memoria, esa que años atrás me atormentaba. Después de tantos años, he encontrado una piedra y me la he tragado, no he debido hacerlo, he soplado antes para romper el embrujo, pero de nada ha servido, me comí la piedra y ella no hizo nada, pensando que recobraría mi sano juicio. Lloró, ella lloró, no era mi culpa, yo desperté, y ella ya lloraba, le dije que nunca más tragaría una piedra, pero ella sabe que miento. No sé bien quien es ella, dice que tiene una hija, pero nunca la he visto, no creo que sea verdad. La verdad es que hay un perro afuera que me da miedo, y no puedo salir, y ella siempre vuelve y trae de comer. Ella nunca está, le gusta el cine, pero nunca me llevó, dice que estoy muy chica y que no entendería, además está ese perro. Cuando trae galletas le escupo, es que soy alérgica, le grito y ella dice que no volverá, que la gente mala como yo, en los anales de la historia, siempre se queda sola, quien es ella para hablar de historia, si nunca recuerda nada, yo, en cambio, he recobrado la memoria, y puedo asegurar que nunca me he quedado sola, ella siempre vuelve, y me trae chocolate, nunca se lo he pedido. A veces pienso que cuando salga de aquí todos me van a querer mucho, sobre todo cuando les diga que he recobrado la memoria y que se de donde ha salido todos los perros y esa sombra, ella no me cree, dice que no lo ha visto. Le he lanzado una piedra. Y me hizo repetir que no la tragaría, y se la lancé ¿qué otra cosa se puede hacer con una piedra si no es tragarla, o lanzarla? ¿Para qué otra cosa serviría? Ella dice que no saldré de aquí nunca, y he aprendido a llorar también, el perro ya se fue, le he dicho, y ella dice que no quiere verme mas, y he vuelto a llorar. No recuerdo haber llorado nunca, ni cuando me caí del árbol y mi madre pronosticó que no me salvaría. Ella dice que me conoce desde que era niña, y no recuerdo cuando era bebé, creo que es mentira. Pero me calmé y me prometió que me traería un vestido nuevo. Ha vuelto, y no he querido recibirla, bajo el pretexto de que ya recuerdo quien es. Entró gritando. De donde había sacado yo tan estrafalaria idea. Ella sabe que lo único que espero con ansia es su visita. Le he dicho que quiero un hijo y me ha preguntado que en qué barriga lo voy a criar, en la suya, por supuesto. La verdad verdadera es que no quiero mas este encierro, le he comentado sus horrores, que me abruma, que me aplasta. La verdadera verdad es que comparto este cuerpo con ella, y con otra más, que nunca he visto, y no me adapto. La triste verdad es que es ella quien maneja mis horarios, y controla mis salidas. La cruda verdad es que somos tres, y solo una tiene el control… pero no nos ve.

Si


*

*

Una rosa es una rosa
Gertrude Stein

*

*




Si te pudiera esperar
detrás de tus ojos
entonces,
estaría,
siempre,
en tus pensamientos.
Si solo te pudiera llevar
al borde del abismo
y enseñarte
como se vuela sin alas
entonces, juntos
nos comeríamos
los anillos de un planeta,
después construir estrellas.
Si vieras en mi piel
mi mundo
un mundo
no tendrías necesidad de vivir en este
Porque
solo existes aquí,
porque queremos,
pero
las rosas
nacen en cualquier dimensión
como tus ojos
con los que
expresas
tanto
pero tanto amor


*

*

*