Disfagia

Disfagia



Toda mi vida deseé que se admirase


mi resistencia al hambre…


pues es obligado para mí ayunar;


no puedo evitarlo… hablar y sobre


todo escribir, es ayunar…


Franz Kafka




Después de tantos años, he recobrado la memoria, esa que años atrás me atormentaba. Después de tantos años, he encontrado una piedra y me la he tragado, no he debido hacerlo, he soplado antes para romper el embrujo, pero de nada ha servido, me comí la piedra y ella no hizo nada, pensando que recobraría mi sano juicio. Lloró, ella lloró, no era mi culpa, yo desperté, y ella ya lloraba, le dije que nunca más tragaría una piedra, pero ella sabe que miento. No sé bien quien es ella, dice que tiene una hija, pero nunca la he visto, no creo que sea verdad. La verdad es que hay un perro afuera que me da miedo, y no puedo salir, y ella siempre vuelve y trae de comer. Ella nunca está, le gusta el cine, pero nunca me llevó, dice que estoy muy chica y que no entendería, además está ese perro. Cuando trae galletas le escupo, es que soy alérgica, le grito y ella dice que no volverá, que la gente mala como yo, en los anales de la historia, siempre se queda sola, quien es ella para hablar de historia, si nunca recuerda nada, yo, en cambio, he recobrado la memoria, y puedo asegurar que nunca me he quedado sola, ella siempre vuelve, y me trae chocolate, nunca se lo he pedido. A veces pienso que cuando salga de aquí todos me van a querer mucho, sobre todo cuando les diga que he recobrado la memoria y que se de donde ha salido todos los perros y esa sombra, ella no me cree, dice que no lo ha visto. Le he lanzado una piedra. Y me hizo repetir que no la tragaría, y se la lancé ¿qué otra cosa se puede hacer con una piedra si no es tragarla, o lanzarla? ¿Para qué otra cosa serviría? Ella dice que no saldré de aquí nunca, y he aprendido a llorar también, el perro ya se fue, le he dicho, y ella dice que no quiere verme mas, y he vuelto a llorar. No recuerdo haber llorado nunca, ni cuando me caí del árbol y mi madre pronosticó que no me salvaría. Ella dice que me conoce desde que era niña, y no recuerdo cuando era bebé, creo que es mentira. Pero me calmé y me prometió que me traería un vestido nuevo. Ha vuelto, y no he querido recibirla, bajo el pretexto de que ya recuerdo quien es. Entró gritando. De donde había sacado yo tan estrafalaria idea. Ella sabe que lo único que espero con ansia es su visita. Le he dicho que quiero un hijo y me ha preguntado que en qué barriga lo voy a criar, en la suya, por supuesto. La verdad verdadera es que no quiero mas este encierro, le he comentado sus horrores, que me abruma, que me aplasta. La verdadera verdad es que comparto este cuerpo con ella, y con otra más, que nunca he visto, y no me adapto. La triste verdad es que es ella quien maneja mis horarios, y controla mis salidas. La cruda verdad es que somos tres, y solo una tiene el control… pero no nos ve.

2 comentarios:

]MeGalOmAnIaCk[ dijo...

Impresionante!

]MeGalOmAnIaCk[ dijo...

PD: Tienes un impío adentro...